Una escultura titulada La Rosa de los Vientos, realizada por la artista venezolana Nidia Del Moral, fue instalada en el Parque Boyacá de El Rosal, en el marco del programa “Del Museo a la Calle” implementado por Cultura Chacao en 2003, con el propósito de llevar las artes plásticas a los espacios públicos del Municipio.
Donada por la propia artista al municipio Chacao, la obra sugiere la forma utilizada en las brújulas para indicar los puntos cardinales, y fue creada con conciencia ecológica a partir del reciclaje de viejos durmientes de ferrocarril, “a modo de metáfora del tiempo y memoria del colectivo que transitó sobre ellos, representados en las huellas presentes en estas maderas por su uso”, según afirma Del Moral.
Nacida en Maracay (Estado Aragua), esta creadora actualmente reside y trabaja en Caracas. Con 24 años de amplia trayectoria, Nidia Del Moral ha exhibido su trabajo en varios museos, galerías y centros de arte de Venezuela, así como de otros países como Francia, Japón, Alemania, Turquía, Marruecos, Egipto, Libia, Argentina, Canadá, EE.UU, España, entre otros. Ha impartido la docencia en institutos de arte y en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, además ha obtenido diversos premios y reconocimientos.
Restauración y mantenimiento de obras en Chacao
Además de la instalación de La Rosa de los Vientos en el Parque Boyacá, Cultura Chacao realizó gestiones para la restauración y mantenimiento de dos obras urbanas ubicadas en Altamira y Los Palos Grandes, respectivamente.
La primera y la de mayor envergadura fue la obra mural Entramados, del artista Víctor Hugo Irazabal, ubicada en el Distribuidor vial de Altamira, a la cual le fueron restituidas varias piezas de cerámicas en su tramo central que presentaban considerables desprendimientos, luego de corregir una de sus juntas de dilatación y realizar una limpieza profunda sectorizada.
La segunda obra que se trabajó fue la escultura titulada En doblez, de la artista Sydia Reyes, la cual se encuentra localizada en la 4ta Avenida de Los Palos Grandes. En este caso, se buscaba otorgarle de nuevo a la pieza su acabado original perdido por la exposición a la intemperie. Fue por ello que se procedió a lijar manualmente toda la estructura de la pieza con el fin de remover la porosidad y el óxido, y posteriormente se le aplicaron varias capas de plástico poliuretano para su protección final.
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